Desde la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia y los obispos de los departamentos de Cauca y Nariño se hizo un urgente llamado a los actores armados y a las autoridades para que se reduzca la intensidad el conflicto en esta región del país, donde se están registrando asesinatos, desplazamientos y combates entre grupos armados ilegales.
También pidieron, facilitar “la atención humanitaria de emergencia y permita a nuestras comunidades el retorno seguro a sus habituales lugares de vida y trabajo en unión con sus familias”.
Valoraron los esfuerzos del gobierno por alcanzar la paz, pero pidieron que los diálogos se vean reflejados en la disminución de la violencia contra la población civil.
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