
Unidades de la policía desalojaron a las comunidades indígenas que hacen parte del movimiento denominado como Nietos de Quintín y que desde hace varias semanas ocupaban la hacienda Japio en límites de los municipios de Caloto y Santander de Quilichao.
Aunque no se presentaron confrontaciones con la fuerza pública, se denunció que los indígenas ocasionaron la incineración de varias hectáreas de un bosque seco tropical, además de talar varios árboles y causar daños en el interior de la vivienda donde habita el trabajador que cuida la hacienda.
Tras efectuarse el desalojo se procedió a retirar las construcciones que estas comunidades habían realizado, utilizando la misma madera de los árboles que habían talado.
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